domingo, 11 de marzo de 2007

Palermo fue la diferencia.

Si en la previa hablábamos de la esperanza de ver un partidazo, no nos hemos equivocado en lo mas mínimo, un partido de rico análisis, con un primer tiempo intensísimo, dos equipos alternando ataques, un intercambio de golpes en el cual Estudiantes se mostró mas cómodo y mostrando una voracidad tal totalmente opuesta al achanchamiento en el que se suele caer luego de lograr un campeonato. La segunda etapa, diferente totalmente en su desarrollo a la primera, encontró a un Boca que con el resto que le otorgaba la ventaja en el marcador, adquirida en las postrimerías del primer tiempo, se retrasó a la espera de esas puñaladas que salen de pie de Riquelme y toman cuerpo en Cardozo, Palermo o Marioni.
Con la elogiada transición para pasar de situaciones defensivas a ofensivas, Estudiantes superaba a un mediocampo que salvo Neri Cardozo se mostraba demasiado lento para contener a Verón, a José Sosa y a, la ultima joya de la cantera pincharrata, Pablo Piatti, precisamente el diminuto delantero complicaba a la defensa Xeneixe con su movilidad, partiendo desde la posición de media punta por el centro, repentinamente, aparecía como un antiguo wing izquierdo. Allí estuvo una de las claves para entender la supremacía de Estudiantes durante la primer etapa, con Piatti intercalando posiciones con Calderón, y entre ellos y las subidas de Casierra para hacerle el dos-uno a Hugo Ibarra. Si por ese frente del ataque Boca sufría, los cambios de frente de la brujita Verón mudaron el peligro hacia el lateral derecho del ataque pincharrata, por esa banda Sosa y Angeleri fueron la combinación exacta de precisión y rapidez con la que Estudiantes torturó a Boca, hasta convertir a su arquero en la figura de los 45’ iniciales.
Esa dinámica europea que tanto enorgullece al Cholo Simeone era la clave de la notoria superioridad de Estudiantes y si aún el marcador no se había alterado, se debía a tres factores: Mauricio Caranta, la impericia a la hora de definir, y Rafael Furchi. El arbitro anuló incorrectamente un gol a José Luis Calderón y dejó muchísimas dudas en un offside señalado a Mariano Pavone.
Por el lado de boca con Riquelme bien tomado por Braña, la conducción del equipo recayó en Eber Banega (de gran partido) distribuyendo con criterio y hasta probando de media distancia. Desde los pies del juvenil Boca fue nivelando el partido y logrando ratos de buen fútbol especialmente cuando este lograba conectar con Riquelme y Neri Cardozo. El ingreso de Pablo Ledesma (por lesión de Battaglia) favoreció a los de Russo, ya que doto de mayor velocidad al mediocampo y por sobre todo tapo las goteras del costado derecho de la defensa Xeneixe.
Solo bastó que la presión de Estudiantes bajara unas líneas, y ante el menor descuidó pincharrata Boca facturó: centro perfecto de Morel Rodríguez, Martín Palermo que se eleva, y como sostenido por un ángel, le saca medio cuerpo de ventaja a Mauricio Casierra para vencer a Andujar con un perfecto cabezazo bombeado. Al rato nomás, Román Riquelme hizo su aparición estelar en el partido y nos regaló la genial asistencia de cada fecha, encerrado entre un racimo de defensores inventó un maravilloso pase que solo pudo ser opacado por la bellísima, y de manual, definición de Palermo. En cinco minutos Boca metió dos manos de nocaut y Estudiantes vio como su incuestionable superioridad se derrumbaba en un ráfaga.
Para la segunda etapa Simeone modificó su dibujo táctico (del 4-4-2 al 3-4-3, con el ingresado Benítez más Verón y Sosa para atacar desde el mediocampo) y se dio el típico encuentro entre un equipo jugado en ataque desesperado por descontar y de otro que se retrasa a la espera de conectar un contra ataque que liquide el encuentro. Sosa y Verón, perdieron efectividad en la conducción del juego, emergiendo de esta manera Banega y Riquelme como dueños definitivos la pelota, Estudiantes atacaba a los tumbos y aún así llego a generar ocasiones de gol que Caranta (y una vez el travesaño) se encargó de salvar una a una. Boca dispuso de varias ocasiones para aumentar el marcador (la mayoría salvadas por el ayer impecable Angeleri, sobre todo cuando pasó de libero) hasta que Palermo firmó su tercer gol de la noche y liquidó el partido. Ya sobre el final el esfuerzo de Estudiantes tuvo su premio con el descuento de Calderón.
Entre la impericia de Estudiantes a la hora de definir, en las virtudes de Caranta para cuidar su arco, en la conducción de Banega y Riquelme, pero por sobre todo en la efectividad de Martín Palermo dentro de área están las claves para entender como un partido de dominado claramente por un equipo, cambia radicalmente en su desarrollo por un par de hechos puntuales, en este caso peso especifico de las individualidades. Ganó Boca, se sacó la espina de la final perdida y ahora va por el titulo. Banega y Riquelme empiezan a consolidar una sociedad de la cual ya disfruta Palermo y esta a la espera de la vuelta de Palacio, vuelven a crecer el Cata Díaz y Maidana, bien custodiados por un arquero que ayer fue clave. A Estudiantes le queda el consuelo del gran rendimiento de la primer etapa, y la preocupación por no por poder abrir un partido cuando se le presentó como muy favorable.

sábado, 10 de marzo de 2007

Estudiantes de La Plata vs Boca Juniors: Previa

Este sábado a las 21:10 Estudiantes recibe a Boca en un partido en el cual la prensa ha puesto el foco de la atención previa en el cruce que tendrán Martín Palermo y su (ex?) amigo Juan Sebastián Verón. Como muchos de ustedes saben (y para quienes no, se lo comento), en medio de la final del Apertura pasado la Bruja le recriminó a Palermo haberle hecho un gol a Estudiantes y jugar muy profesionalmente ese partido contra el equipo del cual ambos son hinchas e ídolos.
El altercado aparentemente no solamente dejó dañada la relación entre los íconos del actual campeón argentino sino que también algo parece roto del idilio de la hinchada platense hacía Martín Palermo.
Toda este altercado superficial y anecdótica, le ha restado importancia a uno de los encuentros de mayor calidad que puede ofrecernos en la actualidad el fútbol argentino.
El Estudiantes de Simeone, 8 puntos, ultimo campeón; frente a Boca de Russo (otro emblema pincharrata), 7 unidades, ultimo subcampeón. ¿Puede un choque entre dos equipos que el año pasado sumaron la friolera de 44 puntos quedar minimizado por una mera discusión de partido?.
El partido promete ser riquísimo en su análisis, ambos equipos pondrán lo mejor que tienen en cancha. Se pierden el juego, al no estar con ritmo de competencia, Pablo Alvarez en el pincha y, por lesión, Rodrigo Palacio en Boca.
Miles de interrogantes se platean para este choque que se presenta como un programa espectacular, a saber:
¿Saldrá Estudiantes a comerse a su rival de turno como lo hace cada vez que juega en el Ciudad de La Plata?, ¿Boca cederá la iniciativa para contragolpear con los filosos pases de Riquelme y Banega, o presionará arriba como nos tiene acostumbrados Miguel Russo?.¿Logrará Riquelme con sus asistencias teledirigidas y Eber Banega con su fútbol punzante y cadencioso vencer al panorama y la dinámica que conjugan Verón y el Chapu Braña?
En un duelo de velocistas Neri Cardozo y Marcos Angeleri se las verán en una justa clave para entender el desarrollo del juego. Por la derecha del ataque boquense un especialista defensivo como Sebastián Battaglia chocará con Mauricio Casierra que si hay algo en lo que falla es en defensa. Inclusive el duelo entre los arqueros, el sobrio y muy eficaz Andujar, frente, al más volador, Mauricio Caranta, puede presentarse como un desafío más que interesante.
Habrá un gran duelo de duplas atacantes; mientras Calderón y Pavone se las verán frente al Cata Díaz y compañía. Martín Palermo y Bruno Marioni tendrán que lidiar con el flaco Alayes y Sebá Domínguez.
¿Se despertará de su letargo José Sosa o por ese sector prevalecerá Morel Rodríguez?; ¿Se animará el Cholo a poner de entrada al pibe Piatti o se decidirá por el Chino Benítez para enfrentar a un lateral de mil batallas como el Negro Ibarra?, ¿Si ingresa Piatti Estudiantes jugará con tres delanteros?
¿Tendrán Russo y Simeone alguna sorpresa reservada (como podría ser la inclusión de Pablo Ledesma, Guillermo Schelotto, o Sergio Orteman por un lado y Sebastián Vázquez o Gonzalo Saucedo por el otro) para sorprender al rival y comenzar a doblegarlo?
¿Puede todo este escenario previo quedar reducido por un simple hecho anecdótico, como lo es una discusión dentro de un partido?. A mi me parece una picardía.

viernes, 9 de marzo de 2007

Sorteo de la Champions: Cuartos de Final

Este viernes en Atenas el bolillero deparó 4 cruces a priori más que apasionantes. La suerte parece volver a sonreírle al gris Milán de Ancelotti, recibirá en el Meazza al frío y sistemático Bayern Munich. El mismo concepto puede caberles a los de Hitzfeld, este Milán super dependiente de Kaká lejos esta de la la solidez y contudencia de años anteriores y a sufrido horrores para superar a un mediocre equipo como el Celtic. Pronóstico: Oportunidad de oro para los italianos que evitan a equipos, en la previa, mucho más poderosos que los alemanes. Luz de ventaja para el Milán.
Así como en Millanello y en Munich seguramente reinó la satisfacción por el sorteo, en Stamford Bridge las muecas de preocupación inundaron la cara de José Mourinho, el 4 de abril el Chelsea recibirá a visita del ultra molesto Valencia de Quique Flores. Si había un equipo al cual querían evitar los ingleses ese era el Valencia, el Chelsea tendrá que lidiar con un equipo que en defensa es macizo como una roca y que en ataque tiene potencial para destruir a una defensa que extraña horrores las reiteradas ausencias de John Terry. Va a ser un choque con un derroche físico titánico. Un duelo táctico, seguramente chato y con pocas emociones, choque de pronostico reservado.
Es probable que en Manchester tampoco abunden las sonrisas tras conocerse los cruces, el choque con la Roma de Totti (la ida en Italia) no es para fiarse ni mucho menos. Los de Spaletti, tan rácanos como peligrosos en ataque, son un hueso duro de roer con la calidad para vencer a cualquiera. Cruce más que parejo. Por ultimo el PSV enfrentará a, mi candidato a levantar la copa, el Liverpool. Los holandeses buscan dejar en el olvido las acusaciones de se un equipo que arruga en las difíciles. Eliminar al Arsenal fue un paso adelante, superar al Liverpool ya sería confirmar que el equipo está listo para dar la talla en las grandes citas. Mientras tanto al Liverpool la suerte esta vez le sonrió, el PSV probablemente sea el más accesible de los ocho cuarto finalistas, y el juego bordado de los holandeses le calce como anillo al dedo al asfixiante mediocampo inglés. El Liverpool debería ganar el cruce. Es clave el partido ida, de sacar un mal resultado en el Phillips Stadium la velocidad en contraataque de Arouna Koné y Jefferson Farfán puede ser fatal para las aspiraciones de los de Rafa Benítez. ¿Cuales son sus pronósticos?

miércoles, 7 de marzo de 2007

La fría y soporífera superioridad del Bayern y el alma del Madrid.

El Bayern Munich está entre los ocho y es justo, fue superior ante un pobre equipo que llegó a Alemania pensando más en cuidar la estrecha ventaja conseguida en el Bernabéu que en otra cosa. Apenas diez segundos de comenzado el partido el plan diseñado por Capello había quedado obsoleto, el Bayern agradeció el amarretismo del italiano y dominó el primer tiempo a voluntad.
No habiamos llegado ni a los quince segundos y a Capello ya se le habían quemado los papeles, el “trivote” del mediocampo (Emerson, Gago, Diarra) plantado para aguantar la embestida alemana, dejó de ser el cerrojo ideado por el entrenador ni bien Maakay conectó una gran asistencia de Salihamidzic y marcó para dar vuelta la serie. 10 segundos nada más.
Ante la necesidad de marcar al menos un gol, casi sin creativos sobre el campo, el Real Madrid hizo lo que marcaba la lógica: intentó empujar al Bayern contra su área, como sea, a la fuerza, tirando pelotazos, corriendo; intento y chocó, chocó, chocó, y casi siempre fue para atrás. A la hora de chocar y correr nadie le gana a los alemanes, y este Bayern sea muy limitado, podrá tener en sus filas jugadores brasileros, franceses, bosnios, belgas u holandeses, pero es un equipo 100% alemán y, de las tierras teutonas, es el más fuerte y más curtido en este tipo de batallas. Cuando el partido es feo y aburrido casi siempre ganan los alemanes es como una ley implícita del fútbol y el Madrid lejos de romperla entró en el juego que le convenía al conjunto de Baviera. Con su débil circuito creativo totalmente maniatado (recién sobre el final del primer tiempo ya con Guti por Emerson el Madrid pudo generar algunas aproximaciones al arco alemán) el equipo español fue victima de una superioridad fría, gris, tan soporífera, como incuestionable. El Bayern con su fútbol serio y plomizo, incapaz de contagiar la más mínima dosis de emoción borró de la cancha al Madrid que si se mantuvo con vida fue porque tiene al más galáctico de todos los arqueros y porque su rival no logró plasmar en el área la terrible supremacía que generaba atacando por las bandas (excelente partido de Schweinsteiger, de Salihamidzic y de Sagnol). La entrada de Guti reacomodó el mediocampo español, ubicado por la izquierda, buscó asociarse con Gago, (a esta altura mucho mas liberado de marcas que Diarra), quedando por derecha Raúl. Recién a los 40 minutos el Real pudo gestar algo interesante en ofensiva cuando el desconectado Higuaín combinó con Guti que termino pateando desviado, enseguida un buen disparo de Raúl dio en el lateral externo de la red. Terminaba el primer tiempo y el Madrid al menos había mostrado ciertos vestigios de reacción.
Durante el segundo tiempo el partido fue mucho más parejo, a cada avance madrileño le seguía un intento de contraataque alemán, cambiando el balón de banda con rapidez, lograban ubicar siempre un mediocampista vacío (generalmente Schweinsteiger) en posición de tiro o pase, entre Casillas y Helguera oficiaron de salvadores y por eso el Bayern no liquidó el partido.
En el fragor de la batalla el alma de Raúl encontró un compañero en Cassano, y si bien los de Capello eran un cúmulo de voluntad y tesón, el ingreso del italiano les permitió llevar el juego a campo alemán. Un Madrid muy luchador golpeaba las puertas de la firme defensa alemana cuando un blooper defensivo entre Helguera y Ramos derivó en un corner. Centro perfecto y gran cabezazo de Lucio (una de las figuras de la cancha junto a Casillas). 2-0, el Bayern poco menos que liquidaba la serie.
Jugado y sin fichas, Capello apeló a lo único que tenia en el banco para dar vuelta la historia, Robinho, y el brasilero entró, con una tónica parecida a la de Cassano: sin muchas luces pero derrochando esfuerzo y voluntad; con esas pocas armas y empujado por su vergüenza el Madrid llevó al Bayern contra su arco y tras una buena combinación de los dos ingresados, Lucio derribó a su compatriota dentro de área y, a falta de diez minutos, Van Nistelrooy cambió el penal por gol. Envalentanados por el descuento, los visitantes llenaron de pelotazos y cabeceadores el área rival, buscando la clasificación. El gol no llegó y el Madrid quedó eliminado tras una muy mala actuación desde lo tecnico pero con una entrega digna de elogiar.
Así como ayer critique a un Barcelona que se fue de la copa abandonado a su suerte hoy aplaudo a un Real Madrid que jugo pésimo, pero que apeló al corazón y al coraje y se despidió como los grandes, aún sabiendo que la empresa era casi imposible, dejó la vida en cada pelota y presionó lo más que pudo. Utilizando el lugar común, el Real cayó de pie.
Para el Bayern queda la satisfacción de haber quitado de competencia a un rival durísimo con sus armas de siempre de siempre: Once soldaditos de plomo que corren sin cesar, un equipo de utilitarios, muy ordenaditos eso sí, que luchan, que chocan, que caen y que se levantan, que se vuelven a caer y siguen intentando, esa perseverancia, fría, sistemática, una superioridad metalúrgica incapaz de emocionar y muy cercana al aburrimiento. Y ya se sabe como es la historia: cuando la almohada se mira con cariño. Pum!!! Ganaron los alemanes, otra vez.

martes, 6 de marzo de 2007

Se fue el campeón. ¿Lo echó el campeón?

¿Cuanto tiempo repercutirá en la cabeza del barcelonismo este partido en Anfield?, el resultado ha maquillado una clarísima superioridad del Liverpool. Tras un primer tiempo en el que los de Rijkaard debieron agradecer salir con vida en la eliminatoria, el Barcelona dejó pasar la oportunidad. Esos primeros 45 minutos del Liverpool fueron, otra vez y van, una clase práctica de Benítez de cómo anular por completo al Barcelona y vapulearlo ya sea en base a contraataques y yéndolo a buscar.
¿En que se justificó la superioridad inglesa? En que Agger y Carragher, la figura del encuentro, se comieron a un Eto’o que casi no toco un balón en todo el partido. Finnan hizo lo propio con un apático Ronaldinho, y Arbeloa repitió la gran actuación del partido de ida anulando a Messi.
En el mediocampo la apuesta de Rijkaard (Iniesta, Xavi y Deco, custodiados por Márquez) por controlar el balón y darle juego al tridente ofensivo naufragó ante la presión de un enorme Sissoko y ante esa brújula que es Xabi Alonso, sólo Iniesta pudo por momentos mover la pelota con claridad y rapidez. En el juego por las bandas, al carecer el equipo catalán de volantes externos naturales Gerrard y, sobre todo, Riise se hicieron un festín durante esa etapa inicial. Precisamente en los pies del noruego estuvieron dos de las más claras situaciones de gol del partido: dos zurdazos espectaculares a punto estuvieron de quebrar el cero, el primero de ellos, un tiro cruzado que beso el palo izquierdo de Valdés, mientras que el segundo hizo temblar el travesaño.
En un partido que se desarrollo dentro de lo esperable, fue Rafa Benítez quien mejor leyó el partido, para contener a un mediocampo con mucha posesión de pelota, plantó una barricada con un doble pivote que cumplió de gran manera; una vez recuperado el balón torturó a la defensa catalana en base a la rapidez de sus delanteros Kuyt y Bellamy, ambos con la movilidad necesaria para complicar una defensa de tres hombres (Thuram sobrando, Oleguer y Puyol tomando a los delanteros) que si bien no jugó un mal partido no logró contener los errores que provenían de la línea media.
Confundido estaba el Barsa cuando Sissoko conmovió el travesaño tras un error infantil en la salida de Valdés. Justamente entre el arquero y Puyol, en la línea, taparon una cuadruple llegada de los reds que incluyo remates de Bellamy, Kuyt, Riise y Arbeloa
El Liverpool imponía condiciones, obligó al Barcelona a intentar perforarlo permanentemente por el medio donde tanto Sissoko como Xabi Alonso fueron impasables, mientras que la dupla central, bien arropada por el mediocampo, se cansó despejar balones.
Cuando todos imaginábamos que en el entretiempo Rijkaard movería las piezas todo siguió igual, tramite idéntico al del primer tiempo. Ronaldinho hizo su, tardía, aparición en el partido estrellando una clarísima ocasión al palo. Salvando este percance el Liverpool seguía sin sufrir.
Hasta que salió Eto’o por Giuly, y Rijkaard se volvió loco pensé, por más falto de fútbol que este el camerunés es increíble que perdiendo (en el global) saque al mejor delantero centro de la plantilla, al único con cierta y comprobada capacidad de remate, máxime para inventar un centrodelantero entre Ronaldinho y Messi, y peor aún teniendo en el banco a Saviola y a Gudjohnsen. En ese momento Benítez decidió un cambio que empañó su hasta aquí perfecto planteo al quitar un delantero (Bellamy) e ingresar volante como el eléctrico Pennant. Doble error porque el cambio acertado era la entrada de Crouch por el galés, y por que al sacar a un delantero le permitió a Rijkaard corregir su error en la salida de Eto’o. Resumiendo, el técnico holandés puso fin al invento táctico de Messi y Ronaldinho como puntas de lanza mandando a la cancha a Eidur Gudjohnsen reemplazando a Thuram. Se jugó Rijkaard, tarde para mi gusto, pero lo hizo. Cinco minutos después, en su primera aparición, el islandés marcaba el que a la postre sería el único gol del encuentro.
Y cuando todos imaginábamos una terrible presión por parte del Barcelona solo un tibio remate de Ronaldinho, tras una buena internada de Giuly, alteró la tranquilidad de Reina. Benítez que acusó recibo y mandó a Fabio Aurelio por Riise para clausurar el único sector que le causaba problemas defensivos. Tapó los tibios embates de Giuly y el Liverpool cerró el partido, y hasta tuvo claras chances de marcar (increíble lo que pierde Crouch en el área chica).
Se fue el campeón, maquilló la caída, pero no se jugó casi nunca, sabiendo que se quedaba afuera no fue en busca de la clasificación con la convicción que el caso necesitaba, se fue el campeón y se fue como uno más. Ni si quiera terminó el partido apretando con centros al área de Reina, se limitó a esperar que el milagro suceda.
El Liverpool, un equipo que nunca va a arriesgar más de la cuenta, les otorgo a los catalanes la oportunidad por la cual estos imploraban; le perdonó la vida en el remate final, uno, dos, tres, y así hasta ocho veces y se terminó el partido en cero. Benítez pese a casi obligar a Rijkaard a enmendar su gran error del partido, volvió a sacarle una vuelta de ventaja al técnico holandés.
En los 180 minutos , y en ambos encuentros, fue más el Liverpool; paso con justicia sacó al campeón y ahora es uno de los grandes candidatos a levantar la orejona.

lunes, 5 de marzo de 2007

Radiografía: Argentinos Juniors

Esta sección que inauguramos hoy pretende desmenuzar el funcionamiento de un equipo, Comentar la forma de jugar, algunas características de sus jugadores y de sus entrenadores.
Elegí comenzar por Argentinos Juniors, un equipo por el cual casi nadie apostaba dos pesos y que pasadas 4 fechas suma 3 victorias. Lo interesantes es que en estas 4 fechas Ricardo Caruso Lombardi, un "técnico del ascenso" según los medios, se ha cruzado con entrenadores como Passarella y La Volpe, ambos de gran trayectoria y prestigio, con mundiales dirigidos y, sin embargo, ninguno ha podido desarmar el candado que Argentinos monto sobre River y Vélez respectivamente. Caruso Lombardi comenzó su carrera en primera división empecinado en demostrar que “lo de técnico del ascenso” no es más que una declaración de procedencia.
Comencemos el análisis del conjunto de La Paternal
Como primera consideración digamos que con el objetivo de escaparle al descenso se armó un equipo muy molesto, donde todos corren, todos meten, un equipo asfixiante, pero también un conjunto que cuando tiene la pelota busca jugarla al ras del piso, al pie del compañero mejor ubicado.
Dos conceptos marcan a fuego la forma de jugar de Argentinos. En defensa, presión para ahogar al rival y quitarle el elemento; y en ataque movilidad para asegurar la posesión y garantizar el mejor pase.
Un arquero que de vez en cuando se come algún gol tonto, pero que de vez en cuando saca alguna pelota imposible. Ni bueno ni malo, Marcelo Pontiroli es un arquero promedio.
Al ver jugar a Argentinos al primer golpe de vista nota que la defensa es dura. Tras la derrota inicial en Mendoza la línea de tres en el fondo quedó archivada y se paso a defender con una clásica línea de cuatro conformada por De Muner, Scotti, Desábato y Barzola; los tres primeros son buenos cabeceadores que tienen claros los gajes de la posición, se busca la pelota pero si se debe pegar se pega. Recostado sobre la banda izquierda se ubica el mas “jugador” de los cuatro defensores, Pablo Barzola, un buen jugador al cual a veces se le va la pierna. Originalmente lateral derecho, cambio de lado, le ganó el puesto a Ariel Seltzer y es claramente la salida desde fondo. Los laterales se proyectan alternadamente. De Muner a las atropelladas, Barzola combinando con los volantes, tocando y yendo a buscar.
En el medio empieza la revolución “Caruso”, el doble pivote que conforman Sarmiento y Pérez Castro maneja el equipo, en ellos nace la elogiada presión defensiva que ejerce el conjunto de La Paternal. El tucumano es sin dudas la postal del buen jugador, claro en sus conceptos, maneja todas las facetas del juego, con buena recuperación, buen pase, buen cabezazo, buena lectura de juego, ocupa dentro del equipo el rol del especialista del apartado defensivo, el que ordena a sus compañeros y el que organiza la marca cuando el equipo ocupa posiciones de ataque. Marcelo Sarmiento, sin dejar a un lado las funciones defensivas, se encarga mas de la organización a partir de la distribución y tenencia del balón, si Hauche y Núñez desequilibran es porque Sarmiento tiene el criterio de saber cuando acelerar y cuando jugar al pie para hacer mas pausado el transito.
Por las bandas Sebastián Carrera y Gonzalo Choy González aseguran una buena cuota de fútbol y mucho recorrido. Son dos volantes modernos como requiere el dibujo táctico (un 4-4-2 claro) que emplea Caruso Lombardi, tipos que despegan del medio y no dudan en ir a buscar al área rival, que rompen la inercia y cambian el ritmo para llegar con ventajas a la zona de definición. Cada uno a su modo, con su tranco largo y el ritmo más cansino, Choy, un tanto más histriónico y vertical, Carrera. Un mediocampo de buen pie, en el que todos sus integrantes se muestran como una alternativa posible de pase.
Adelante, una de las revelaciones (no para quienes ya lo conocíamos de Temperley) del amanecer de este campeonato, Gabriel Hauche, y Leonel Núñez, dos mediapuntas jugando de delanteros, ideales para jugar de contraataque, ambos aportan movilidad, llegada por sorpresa (al arrancar desde atrás no le otorgan a los defensores una referencia de marca permanente) y la posibilidad de disponer de un pase extra siempre.
Otro ítem a destacar de Argentinos es la cantidad de veces que patea al arco, Núñez, Sarmiento, Pérez Castro, todos intentan de media distancia, en un fútbol donde no se patea desde lejos, es toda una ventaja. Tiene buenos shooteadores y los utiliza. También se puede destacar su juego aéreo: tres de los cuatro defensores ganan en las 2 áreas, Choy y Pérez Castro también se destacan en este apartado. Si a los buenos cabeceadores se le suma ejecutantes como Leonel Núñez y Sarmiento, Caruso tiene en su laboratorio de jugadas preparadas la llave para ganar partidos que tal vez por juego no pueda.
Desde el banco esperan por una oportunidad entre otros el arquero Nicolás Navarro (muy bien en las tres primeras fechas en las que reemplazó a Pontiroli por sanción); el prometedor zaguero Matías Caruzzo; Gonzalo Prosperi, un buen proyecto de lateral volante derecho; Gonzalo Abán (deberá volver River una vez recuperado Gastón Gianni) el delantero más potente físicamente que tiene el plantel, aunque sin mucho gol; Cristian Bustos, el interesante ex volante izquierdo de la CAI y los pequeños Carlos Santibáñez, enganche, y Franco Niell, delantero. Matías Córdoba y Nicolás Gianni están casi recuperados de sus respectivas lesiones de ligamentos y de recuperar el ritmo futbolístico tienen mucho para aportarle al equipo en ofensiva.
A la hora de enunciar sus puntos débiles se pueda destacar la falta de peso ofensivo que, pese a la buena media anotadora de estas primeras cuatro fechas, sin dudas es producto que su dupla de atacantes esta mucho mas cerca de la tenencia y gestación que de la definición y la pegada.
La falta de recambio puede suponer otro obstáculo para Argentinos, el plantel no es largo y en la lucha por no descender se suelen muchos soldados en batalla. Da la sensación que el once titular de Argentinos es superior a lo que pueda venir del banco.
Partiendo de la base que lucha por no descender, que no han llegado los refuerzos pedidos y que su entrenador debuta en la máxima categoría El Bicho comenzó muy bien, pero no se puede perder de vista que aún es un equipo en formación, pero por el momento Argentinos Juniors juega, y muy bien lo hace.

domingo, 4 de marzo de 2007

El West Ham al borde del abismo

A comienzos de temporada, ni el más pesimista seguidor Hammer habrá pensado en un final tan oscuro como el que se aproxima.
Con la idea de pelear devuelta por una clasificación a copas europeas, el técnico Alan Pardew se empeño en mantener la base del equipo que tan buen rendimiento había obtenido durante el año pasado (finalista de la FA Cup y clasificado para la copa UEFA). Casi el mismo plantel más algunas incorporaciones de las cuales se esperaba bastante (como Robert Green, Carton Cole, Lee Bowyer) daban buenas señales. Por primera vez en mucho tiempo el pequeño conjunto del este de Londres, comenzaba una temporada pensando más en la tabla de arriba que en la de abajo.
Pero las cosas de a poco se empezaron a torcer, a poco de comenzar el campeonato, el goleador y figura del equipo Dean Ashton se quebraba el tobillo en una sesión de entrenamiento con el seleccionado inglés. Le esperaba toda una temporada en blanco.
Sin figura y sin líder dentro del campo la directiva llevo a cabo negociaciones para reforzar a un equipo que ya empezaba a decepcionar en sus actuaciones, a fines de Agosto el West Ham conmocionaba el mercado: Carlos Tevez y Javier Mascherano fichaban, en una operación nunca aclarada y cubierta por las sospechas, por el conjunto de Upton Park. El dolor por la pérdida de su estrella y la desazón por el pobre comienzo en la Premier League, pronto se vio cicatrizado por las esperanzas que traían las dos nuevas estrellas argentinas .
Una vez más las expectativas fueron superiores a los hechos; una crisis de juego y resultados, la temprana eliminación de la copa UEFA y los crecientes rumores de conflictos en el plantel, formaron un cóctel explosivo. El equipo acumulaba derrota tras derrota y la catarata de resultados negativos sumado al cambio de dueños que tuvo el club (a manos de Eggert Magnusson un magnate islandés) acabó con el despido del entrenador. La situación estaba desmadrada.
Para reemplazar al saliente Alan Pardew, se eligió a Alan Curbishley, un ex jugador nacido en el club; semanas antes despedido, tras quince años, como manager del Charlton, otro equipo ubicado en zona de descenso y el cual, curiosamente, contrato como nuevo entrenador a Pardew.
Tras el enroque de técnicos, la reapertura del libro de pases en Enero y los billetes de Magnusson planteaban una nueva posibilidad de encarrilar las cosas, y para ello se ficharon jugadores sin ton ni son, se incorporó en cantidad sin atender las necesidades primarias del equipo. Así llegaron los centrales Mattew Upson y Calen Davenport; el lateral australiano Lucas Nelly, (a mi entender la mejor incorporación de todas), un buen mediocampista de corte ofensivo como Luis Boa Morte (para ocupar el puesto de un Etherington en muy bajo nivel), el delantero Kepa Blanco y el mediocentro Nigel Quashie, un jugador cumplidor pero un despropósito de incorporación teniendo en el plantel a Mascherano, en su momento, y a Hayden Mullins, el jugador que mejor rendimiento había mostrado durante la primer rueda. Si el mercado de invierno le brindaba al West Ham la posibilidad de reforzar el equipo a fin de salir de la extrema situación en al que se encontraba, esta posibilidad ha sido totalmente desaprovechada.
Con Curbishley en el banco el equipo nunca encontró un funcionamiento aceptable (una victoria en doce encuentros); la amenaza del descenso ya se presenta como el más factible de los escenarios. En medio del desastre se puede rescatar a Carlos Tévez y al joven Mark Noble quienes agarraron el fierro caliente de conducir a un equipo totalmente descontrolado en busca de su permanencia en primera.
Un buen resumen del fiasco de temporada que han tenido los hammers podría ser el partido que disputaron este domingo ante el Tottenham. Con el equipo en el ultimo puesto de la liga a 10 puntos de los puestos de salvación y con sólo una decena de partidos por jugar; el West Ham recibía a su clásico. La cuestión era clara: victoria y seguir creyendo o derrota y medio descenso asegurado.
Tras una gran primera etapa, con un Tévez endemoniado y un West Ham totalmente superior al conjunto de Martín Jol. El 2-0, precisamente con goles de Noble y Tévez, era justo más allá de alguna que otra gran tapada de Robert Green. En el entretiempo nada hacía suponer que todo terminaría en una nueva derrota. Hasta ese momento había fiesta en Upton Park y solo los seguidores de el conjunto del norte de la ciudad rompían con el festivo clima de los locales para pedir la cabeza del entrenador holandés. Pero todo cambia y pareciera ser que para el West Ham todo cambia para peor; en un suspiro Jermain Defoe, un ex hammer, y luego Teemu Tainio, vencieron al hasta ahí muy seguro Green. El empate infundió pánico entre los locales y envalentonó a un más a los Spurs que pasaron a dominar claramente el juego, cuando el Tottenham estaba más cerca del cuarto gol que del tercero, apareció nuevamente Carlos Tévez (un gol y dos asistencias) para, a falta de 5 minutos, ponerle el balón en la cabeza al ingresado Bobby Zamora y así rubricar un 3-2 que parecía definitivo. Si en algún momento del caos en que está inmerso el West Ham se pensó en que la salvación era posible, ese instante sin dudas se dió al tocar la red el cabezazo de Zamora.
Lo que parecía una victoria histórica y heroica finalmente lo fue, pero del otro lado, porque Dimitar Berbatov empató sobre la hora con un tiro libre precioso y luego fue Paul Stalteri quien, en 5 minutos del tiempo adicionado, capitalizó un rebote para estampar el definitivo 3-4.
La derrota deja a Alan Curbishley en la cuerda floja, y a su equipo en el ultimo lugar de la tabla de posiciones, al borde descenso; con un futuro muy cercano a la segunda división. Sus seguidores ya no creen en la salvación tras el tercer gran traspié consecutivo (los anteriores, las otras dos derrotas con los otros quipos en puestos de descenso, el 0-1 con el Watford y el 4-0 que le endosó el Charlton de Pardew la semana pasada) y se encomiendan a Tévez para lograr el milagro. La calidad de la plantilla no es acorde a la posición que ocupa en la tabla pero sí es seguro que esta última se debe a una concatenación de malas decisiones que incluyen a Pardew, Curbishley, directivos y a un grupo de jugadores que cada día juega peor, todos ellos son responsables de la gestación de un clima que siempre disto mucho de ser el ideal, pero que con el correr de los partidos ha crecido como una bola de nieve hasta dejar al equipo al borde del abismo.