domingo, 4 de marzo de 2007

El West Ham al borde del abismo

A comienzos de temporada, ni el más pesimista seguidor Hammer habrá pensado en un final tan oscuro como el que se aproxima.
Con la idea de pelear devuelta por una clasificación a copas europeas, el técnico Alan Pardew se empeño en mantener la base del equipo que tan buen rendimiento había obtenido durante el año pasado (finalista de la FA Cup y clasificado para la copa UEFA). Casi el mismo plantel más algunas incorporaciones de las cuales se esperaba bastante (como Robert Green, Carton Cole, Lee Bowyer) daban buenas señales. Por primera vez en mucho tiempo el pequeño conjunto del este de Londres, comenzaba una temporada pensando más en la tabla de arriba que en la de abajo.
Pero las cosas de a poco se empezaron a torcer, a poco de comenzar el campeonato, el goleador y figura del equipo Dean Ashton se quebraba el tobillo en una sesión de entrenamiento con el seleccionado inglés. Le esperaba toda una temporada en blanco.
Sin figura y sin líder dentro del campo la directiva llevo a cabo negociaciones para reforzar a un equipo que ya empezaba a decepcionar en sus actuaciones, a fines de Agosto el West Ham conmocionaba el mercado: Carlos Tevez y Javier Mascherano fichaban, en una operación nunca aclarada y cubierta por las sospechas, por el conjunto de Upton Park. El dolor por la pérdida de su estrella y la desazón por el pobre comienzo en la Premier League, pronto se vio cicatrizado por las esperanzas que traían las dos nuevas estrellas argentinas .
Una vez más las expectativas fueron superiores a los hechos; una crisis de juego y resultados, la temprana eliminación de la copa UEFA y los crecientes rumores de conflictos en el plantel, formaron un cóctel explosivo. El equipo acumulaba derrota tras derrota y la catarata de resultados negativos sumado al cambio de dueños que tuvo el club (a manos de Eggert Magnusson un magnate islandés) acabó con el despido del entrenador. La situación estaba desmadrada.
Para reemplazar al saliente Alan Pardew, se eligió a Alan Curbishley, un ex jugador nacido en el club; semanas antes despedido, tras quince años, como manager del Charlton, otro equipo ubicado en zona de descenso y el cual, curiosamente, contrato como nuevo entrenador a Pardew.
Tras el enroque de técnicos, la reapertura del libro de pases en Enero y los billetes de Magnusson planteaban una nueva posibilidad de encarrilar las cosas, y para ello se ficharon jugadores sin ton ni son, se incorporó en cantidad sin atender las necesidades primarias del equipo. Así llegaron los centrales Mattew Upson y Calen Davenport; el lateral australiano Lucas Nelly, (a mi entender la mejor incorporación de todas), un buen mediocampista de corte ofensivo como Luis Boa Morte (para ocupar el puesto de un Etherington en muy bajo nivel), el delantero Kepa Blanco y el mediocentro Nigel Quashie, un jugador cumplidor pero un despropósito de incorporación teniendo en el plantel a Mascherano, en su momento, y a Hayden Mullins, el jugador que mejor rendimiento había mostrado durante la primer rueda. Si el mercado de invierno le brindaba al West Ham la posibilidad de reforzar el equipo a fin de salir de la extrema situación en al que se encontraba, esta posibilidad ha sido totalmente desaprovechada.
Con Curbishley en el banco el equipo nunca encontró un funcionamiento aceptable (una victoria en doce encuentros); la amenaza del descenso ya se presenta como el más factible de los escenarios. En medio del desastre se puede rescatar a Carlos Tévez y al joven Mark Noble quienes agarraron el fierro caliente de conducir a un equipo totalmente descontrolado en busca de su permanencia en primera.
Un buen resumen del fiasco de temporada que han tenido los hammers podría ser el partido que disputaron este domingo ante el Tottenham. Con el equipo en el ultimo puesto de la liga a 10 puntos de los puestos de salvación y con sólo una decena de partidos por jugar; el West Ham recibía a su clásico. La cuestión era clara: victoria y seguir creyendo o derrota y medio descenso asegurado.
Tras una gran primera etapa, con un Tévez endemoniado y un West Ham totalmente superior al conjunto de Martín Jol. El 2-0, precisamente con goles de Noble y Tévez, era justo más allá de alguna que otra gran tapada de Robert Green. En el entretiempo nada hacía suponer que todo terminaría en una nueva derrota. Hasta ese momento había fiesta en Upton Park y solo los seguidores de el conjunto del norte de la ciudad rompían con el festivo clima de los locales para pedir la cabeza del entrenador holandés. Pero todo cambia y pareciera ser que para el West Ham todo cambia para peor; en un suspiro Jermain Defoe, un ex hammer, y luego Teemu Tainio, vencieron al hasta ahí muy seguro Green. El empate infundió pánico entre los locales y envalentonó a un más a los Spurs que pasaron a dominar claramente el juego, cuando el Tottenham estaba más cerca del cuarto gol que del tercero, apareció nuevamente Carlos Tévez (un gol y dos asistencias) para, a falta de 5 minutos, ponerle el balón en la cabeza al ingresado Bobby Zamora y así rubricar un 3-2 que parecía definitivo. Si en algún momento del caos en que está inmerso el West Ham se pensó en que la salvación era posible, ese instante sin dudas se dió al tocar la red el cabezazo de Zamora.
Lo que parecía una victoria histórica y heroica finalmente lo fue, pero del otro lado, porque Dimitar Berbatov empató sobre la hora con un tiro libre precioso y luego fue Paul Stalteri quien, en 5 minutos del tiempo adicionado, capitalizó un rebote para estampar el definitivo 3-4.
La derrota deja a Alan Curbishley en la cuerda floja, y a su equipo en el ultimo lugar de la tabla de posiciones, al borde descenso; con un futuro muy cercano a la segunda división. Sus seguidores ya no creen en la salvación tras el tercer gran traspié consecutivo (los anteriores, las otras dos derrotas con los otros quipos en puestos de descenso, el 0-1 con el Watford y el 4-0 que le endosó el Charlton de Pardew la semana pasada) y se encomiendan a Tévez para lograr el milagro. La calidad de la plantilla no es acorde a la posición que ocupa en la tabla pero sí es seguro que esta última se debe a una concatenación de malas decisiones que incluyen a Pardew, Curbishley, directivos y a un grupo de jugadores que cada día juega peor, todos ellos son responsables de la gestación de un clima que siempre disto mucho de ser el ideal, pero que con el correr de los partidos ha crecido como una bola de nieve hasta dejar al equipo al borde del abismo.

4 comentarios:

zaragocista dijo...

Es una situación penosa para un equipo de la historia y del potencial económico del West Ham.

Tevez no está dando lo mejor de sí, pero al menos aporta pelea.


Saludos.

Nacho dijo...

Todo bien con Tévez pero que se vayan a la B, son un antiejemplo de cómo manejar un club.

César Serres dijo...

Gran análisis de la trayectoria del West Ham este año.

Discrepo en la calidad de las incorporaciones, tanto las de verano como las de invierno. Todas ellas me parecen de buen nivel (especialmente Tévez, Neill, Upson y Boa Morte, obviamente). No tanto la de Green, un portero que no está a la altura de un equipo como el West Ham.
La baja forma de Harewood, Ferdinand y Konchesky son un factor clave. También discrepo en lo de Ashton. El West Ham tiene "pegada" suficiente en ataque como para hechar en falta a un jugador que el año pasado marcó 3 goles.

Bienvenido a la blogosfera. Te hace un intercambio de links?

Saludos!

Santi C. dijo...

Cesar, gracias por pasar. Yo creo que las cuatro incorporaciones que nombras vos son buenos jugadores.
Upson me parece un buen jugador (junto a Neill) la más necesaria de las incoporaciones. Boa Morte es un buen jugador (no de mi agrado) y, como digo, teniendo a Etherington tan bajo es un fichaje con logica.
Davenport me parece innecesario al igual que Quashie y Kepa Blanco.
Con Harewood en la peor temproda de mucho tiempo, con Ashton lesionado, con un Zamora al cual se le cerró el arco, con un Carton Cole que descepcionó totalmente, yo hubiese buscado un delantero de nivel que pueda generarse situaciones por su cuenta, dinero no faltaba.
Creo que Curbishley se equivocó demasiado al mando del West Ham, prescindir de Mascherano, borrar a Mullins y tener sentado toda la temporada a Noble se pagó caro.
Coincido en que la baja forma de Ferdinand, Konchesky, Harewood y Reo Coker es clave para entender el porqué del fracaso. Los tipos claves de la temprada pasada este año han rendido muy por debajo de su nivel.