domingo, 11 de marzo de 2007

Palermo fue la diferencia.

Si en la previa hablábamos de la esperanza de ver un partidazo, no nos hemos equivocado en lo mas mínimo, un partido de rico análisis, con un primer tiempo intensísimo, dos equipos alternando ataques, un intercambio de golpes en el cual Estudiantes se mostró mas cómodo y mostrando una voracidad tal totalmente opuesta al achanchamiento en el que se suele caer luego de lograr un campeonato. La segunda etapa, diferente totalmente en su desarrollo a la primera, encontró a un Boca que con el resto que le otorgaba la ventaja en el marcador, adquirida en las postrimerías del primer tiempo, se retrasó a la espera de esas puñaladas que salen de pie de Riquelme y toman cuerpo en Cardozo, Palermo o Marioni.
Con la elogiada transición para pasar de situaciones defensivas a ofensivas, Estudiantes superaba a un mediocampo que salvo Neri Cardozo se mostraba demasiado lento para contener a Verón, a José Sosa y a, la ultima joya de la cantera pincharrata, Pablo Piatti, precisamente el diminuto delantero complicaba a la defensa Xeneixe con su movilidad, partiendo desde la posición de media punta por el centro, repentinamente, aparecía como un antiguo wing izquierdo. Allí estuvo una de las claves para entender la supremacía de Estudiantes durante la primer etapa, con Piatti intercalando posiciones con Calderón, y entre ellos y las subidas de Casierra para hacerle el dos-uno a Hugo Ibarra. Si por ese frente del ataque Boca sufría, los cambios de frente de la brujita Verón mudaron el peligro hacia el lateral derecho del ataque pincharrata, por esa banda Sosa y Angeleri fueron la combinación exacta de precisión y rapidez con la que Estudiantes torturó a Boca, hasta convertir a su arquero en la figura de los 45’ iniciales.
Esa dinámica europea que tanto enorgullece al Cholo Simeone era la clave de la notoria superioridad de Estudiantes y si aún el marcador no se había alterado, se debía a tres factores: Mauricio Caranta, la impericia a la hora de definir, y Rafael Furchi. El arbitro anuló incorrectamente un gol a José Luis Calderón y dejó muchísimas dudas en un offside señalado a Mariano Pavone.
Por el lado de boca con Riquelme bien tomado por Braña, la conducción del equipo recayó en Eber Banega (de gran partido) distribuyendo con criterio y hasta probando de media distancia. Desde los pies del juvenil Boca fue nivelando el partido y logrando ratos de buen fútbol especialmente cuando este lograba conectar con Riquelme y Neri Cardozo. El ingreso de Pablo Ledesma (por lesión de Battaglia) favoreció a los de Russo, ya que doto de mayor velocidad al mediocampo y por sobre todo tapo las goteras del costado derecho de la defensa Xeneixe.
Solo bastó que la presión de Estudiantes bajara unas líneas, y ante el menor descuidó pincharrata Boca facturó: centro perfecto de Morel Rodríguez, Martín Palermo que se eleva, y como sostenido por un ángel, le saca medio cuerpo de ventaja a Mauricio Casierra para vencer a Andujar con un perfecto cabezazo bombeado. Al rato nomás, Román Riquelme hizo su aparición estelar en el partido y nos regaló la genial asistencia de cada fecha, encerrado entre un racimo de defensores inventó un maravilloso pase que solo pudo ser opacado por la bellísima, y de manual, definición de Palermo. En cinco minutos Boca metió dos manos de nocaut y Estudiantes vio como su incuestionable superioridad se derrumbaba en un ráfaga.
Para la segunda etapa Simeone modificó su dibujo táctico (del 4-4-2 al 3-4-3, con el ingresado Benítez más Verón y Sosa para atacar desde el mediocampo) y se dio el típico encuentro entre un equipo jugado en ataque desesperado por descontar y de otro que se retrasa a la espera de conectar un contra ataque que liquide el encuentro. Sosa y Verón, perdieron efectividad en la conducción del juego, emergiendo de esta manera Banega y Riquelme como dueños definitivos la pelota, Estudiantes atacaba a los tumbos y aún así llego a generar ocasiones de gol que Caranta (y una vez el travesaño) se encargó de salvar una a una. Boca dispuso de varias ocasiones para aumentar el marcador (la mayoría salvadas por el ayer impecable Angeleri, sobre todo cuando pasó de libero) hasta que Palermo firmó su tercer gol de la noche y liquidó el partido. Ya sobre el final el esfuerzo de Estudiantes tuvo su premio con el descuento de Calderón.
Entre la impericia de Estudiantes a la hora de definir, en las virtudes de Caranta para cuidar su arco, en la conducción de Banega y Riquelme, pero por sobre todo en la efectividad de Martín Palermo dentro de área están las claves para entender como un partido de dominado claramente por un equipo, cambia radicalmente en su desarrollo por un par de hechos puntuales, en este caso peso especifico de las individualidades. Ganó Boca, se sacó la espina de la final perdida y ahora va por el titulo. Banega y Riquelme empiezan a consolidar una sociedad de la cual ya disfruta Palermo y esta a la espera de la vuelta de Palacio, vuelven a crecer el Cata Díaz y Maidana, bien custodiados por un arquero que ayer fue clave. A Estudiantes le queda el consuelo del gran rendimiento de la primer etapa, y la preocupación por no por poder abrir un partido cuando se le presentó como muy favorable.

6 comentarios:

FUGAZI dijo...

Martin Palermo es un delantero completamente diferente en el futbol argentino. Cuando buscaba una revancha personal se despachó con 3 goles ante el equipo de sus amores. Un verdadero grande. BOCA ganó por sus individualidades y la magia de Riquelme. Mas o menos como River, que no jugó del todo bien, pero con individualidades le sacó el partido a Arsenal. Saludos

zaragocista dijo...

El estado de forma en el que se encuentra el Loco hace posible cualquier cosa entorno a los partidos de Boca.

Es más, me atrevería a decir que es el delantero más en forma del panorama mundial.



Saludos.

Santi C. dijo...

@fugazi
es tal cual decis, por mas que los demas acumulen merito, river y boca (asi como el real y el barsa en españa, o la juve y el milan en italia) tienen ese plus que le dan las individualidades, tipos que no necesitan jugar bien para ser determinantes.

@zaragocista
no se si para tanto pero si es verdad que el loco esta tremendo, es uno de los mejores cabeceadores del mundo y en Argentina donde es mas alto que la media de los defensores, sumado a la gran coordinacion qeu tiene para saltar e impactar el balon da como resultado qeu el tipo haga destrozos en el area

Pinchócrates dijo...

Piatti va a ser fundamental en Estudiantes, que queda un poco desbalanceado entre la vuelta de Galvan a River y la esperada partida del principito Sosa a Alemania.
En cuanto a Palermo, quisiera minimizar el aspecto personal y resaltar que el loco es un profesional que hizo lo correcto, y que tiene bastante razon en sentirse herido por lo que Veron le hizo en la final (si bien, siendo ex Estudiantes... jejeje, deberia saber que esas cosas pasan).
Riquelme necesita muy poco para sentirse a gusto en esta liga, donde el despliegue fisico no es tan determinante como en Europa. Un par de frotadas a la lampara alcanzaron esta vez, y con la pobreza de muchos clubes, tambien alcanzara en diez de los catorce partidos que quedan. Me atrevo a decir que Boca es candidato junto a San Lorenzo, porque lo de Arsenal parece demasiado tierno, y River gana pero desafina y desafina.

Javi Saiz dijo...

Palermo está excelente, es una pena que en Europa no triunfara porque es uno de los 9 mas decisivos del futbol mundial, un jugador genial dentro del area. Boca se tomó revancha.

Saludos

Fogg dijo...

Sin dudas Palermo es un goleador letal, como los que ya no quedan. Tiene un instinto asesino y lo demostró en el partido del sábado. Los que estuvimos en la cancha pudimos notar que estaba en una noche especial y buscaba la revancha. Lo que nos dolió a los hinchas de Estudiantes fue su actitud: el desdén a Verón que es nuestro ídolo máximo, le pidió perdón y lo rechazó. Además festejó el segundo gol y se mostró indiferente con nuestra hinchada. Entre él y nosotros algo se rompió, y creo difícil que pueda componerse.